El término municipal de Sorvilán ocupa la vertiente sur de la Sierra de la Contraviesa, llegando desde las Cumbres hasta el Mar Mediterráneo. Está formado por los núcleos de población de Alfornón, Melicena, Los Yesos y Sorvilán. El recorrido de su territorio es una continua invitación a disfrutar del trepidante paisaje que se sucede con alternancia de barrancos, cerros, ramblas y playa: Alfornón, situado a unos 900 metros de altitud, en la margen izquierda de la Rambla de Alfornón; Sorvilán se encuentra entre el Barranco de los Álamos y el Barranco de las Dehesillas; Los Yesos se sitúa en la desembocadura del Barranco de los Yesos; y junto al mar, Melicena ubicada entre el límite del Término con Albuñól y la desembocadura de la Rambla de Santa Catalina. El municipio aparece salpicado por pequeñas extensiones de antiquísimas encinas y fornidos alcornoques, que no son más que flecos del gran bosque que hubo en la zona.  

Sorvilán es un municipio de origen claramente islámico y desde sus comienzos se caracterizó por gozar de una floreciente agricultura. En los siglos VIII y IX se estableció un eficaz sistema de riego para sus viñedos, siendo un importante centro de producción de morera destinada a las fábricas de seda existentes en La Alpujarra. En el siglo XIV entró a formar parte de la Taha del Gran Zehel. Su ubicación le aportó en su día considerables ventajas, ya que al estar construida sobre un cerro, se libró en buena medida de los ataques de los piratas del siglo XVII contra las poblaciones del litoral. El cultivo de la vid estaba destinado principalmente a la uva de mesa y a las pasas. En el siglo XVII aparece la uva de vino, el famoso “vino costa” que perdura hasta nuestros días, generalmente en explotaciones pequeñas como muestra la profusión de lagares en el municipio. En Sorvilán aparecen restos de cerámica de los siglos X y XI, en el Castillo de la Rambla del Valenciano, asentamiento  humano designado a la protección del Valle, aunque parece ser que el lugar también fue destinado a la meditación religiosa.

• Cuevas del Barranco del Valenciano: En sus laderas aparecen cuevas de distinta profundidad, en un entorno con monte bajo y vegetación de ribera. Localizadas al norte del municipio. • Rambla del Valenciano: Debido a la verticalidad de sus paredes, resulta un lugar adecuado para la práctica de la escalada y deportes de bajo impacto. Situada al norte del municipio.

• 16 de enero: San Antón o Los Chiscos. Se celebran tanto en Sorvilán como en Alfornón. Los vecinos encienden hogueras al anochecer para degustar productos de la matanza del cerdo y vinos nuevos. • 25 de abril: Romería de San Marcos. Sorvilán honra a San Marcos con una romería en el campo, donde los participantes pasan un día en convivencia, degustando los populares “hornazos”, bollos artesanales con un huevo cocido en su interior. • Segundo sábado de mayo: Guiso del Choto. Concurso gastronómico que se celebra partiendo de la riqueza culinaria de la comarca y de la tradición en la preparación del choto -cabrito-. Cocineros venidos de toda Andalucía Oriental preparan su receta en la plaza del pueblo con leña. Son quince participantes que muestran sus dotes culinarias a los cinco miembros del jurado y al resto de los asistentes que degustan los guisos y los excelentes vinos de la zona aportados por los propios vecinos. • Primera quincena de agosto: Fiestas patronales en honor a San Cayetano. Se celebran en Sorvilán. Con verbena nocturna, actividades culturales y deportivas, degustación de migas y exposiciones sobre la cultura tradicional de la zona. • 16 y 17 agosto: Fiestas en honor a San Roque: Patrón de la pedanía de Alfornón, se celebra una procesión, así como una verbena nocturna, actividades culturales, deportivas y lúdicas. • Segunda quincena de agosto: Festividad de la Virgen del Carmen. Los núcleos de población de Los Yesos y Melicena honran a la Virgen del Carmen con una procesión marinera y otros actos religiosos. Ya en la noche, ambos lugares viven la música y el baile a través de la verbena. • 26 de diciembre: Día de la Rosca. Se celebra en la pedanía de Alfornón. Los miembros de la comisión de fiestas recorren el pueblo con una rosca de pan sostenida en una caña. Cantan y bailan hasta el amanecer.

En la cocina de Sorvilán el delicioso vino costa riega sus platos, guisados con lo mejor del mar y de la tierra. Destaca el “atascaburras”, elaborado con bacalao, pimientos y tomates secos, aceitunas, comino y miga de pan. El postre más afamado es el Cuajado de Almendras, a base de almendras, azúcar, batatas, huevos y hojaldre.               

• Iglesia de Sorvilán: Se levantó en el siglo XVII. Destaca especialmente la torre por su valor simbólico y urbanístico. • Iglesia de Alfornón: Construida a mediados del siglo XX, destaca desde el punto de vista paisajístico. • Aljibe de la Calle Juan Ruiz: De pequeñas dimensiones y cubierto a dos aguas de lajas. Tiene posible origen medieval. • Aljibe de los Bellidos: De dimensiones medianas, se encuentra cubierto por una bóveda de medio cañón. En su fachada izquierda presenta un pequeño lavadero rectangular, de dos pilas con grandes lajas de piedra para frotar la ropa. • Fuente Alta de Sorvilán: Presenta un pilar de planta rectangular que se encuentra dividido por la mitad, apareciendo sobre la de la parte izquierda un cuerpo con dos caños. Data de principios del siglo XX y supone un buen ejemplo de ingeniería tradicional. • Pilar de la Fuente: Posiblemente del siglo XVIII. • Torre de Melicena: Obra de origen árabe, reconstruida en el siglo XVI. Torre atalaya costera, de forma cilíndrica y planta circular que alertaba de barcos enemigos a la población de Sorvilán. • Horno de Miguel: De finales del siglo XIX y de carácter moruno. Posee bóveda de ladrillo y en el frontal dos puertas: una para el horno y otra que permite introducir la leña. Aún hoy día sigue funcionando con este combustible, y es único en el municipio. • Fragua de Joseico: Ubicada en la planta baja de una vivienda tradicional. Se conservan los fuelles y varios yunques de diversos tamaños, así como gran cantidad de herramientas. Es el único ejemplo del trabajo del metal en el municipio. • Fábrica de Aguardiente de Tobalico: Edificio del siglo XIX, con cubierta a un agua, de lajas de piedra. En su interior se conserva un aljibe de pequeñas dimensiones. Destilaban el vino que no se aclaraba para fabricar aguardiente mezclándolo con diversas hierbas. PATRIMONIO AGRÍCOLA • La importancia del aprovechamiento del agua se ve en la presencia de albercas, acueducto y pozo: • En Alforfón el Acueducto del Barranquillo del Duende, de bellas proporciones, salva la fuerte pendiente del pequeño barranco situado al este del pueblo. La Alberca de la Fuente riega toda la zona de huertas situada bajo el núcleo y recibe el agua por un pequeño conducto de cerámica que viene del Pilar de la Fuente. En el Barranco del Álamo de Sorvilán,  se sitúa el Nacimiento del Álamo, formado por un pequeño pilar que recoge el agua que allí mana para conducirla a la Alberca de los Álamos, construida en mampostería y con dos potentes contrafuertes para evitar la caída del muro que apoya en la ladera. La Balsa de la Fuente Alta, de finales del siglo XIX o principios del XX, está adosada al norte a un muro de parata. Posiblemente del siglo XVIII, de planta circular, cubierto por una bóveda y con un vano para extraer el agua, el Pozo del Barranco del Chaparral es uno de los pocos ejemplos que se conservan en la comarca. • En la junta de los Barrancos de Calderas y Mueja se encuentra el Molino de Alfornón, el único de agua existente en el municipio de Sorvilán. La Era Alta de Sorvilán, sobre el núcleo de Sorvilán, y las Eras Bajas de Sorvilán, del siglo XIX, representan el uso comunal de estos elementos etnográficos. La Era Alta de Alfornón presenta un muro con una abertura para guardar el grano, a modo de almacén.

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