LA MÚSICA Y LA POESÍA
La música de tradición oral en La Alpujarra es una
de las más ricas y variadas de España en cuanto a su
autenticidad y conservación. La actividad
fundamental de revalorización y dinamización
cultural realizada
durante los últimos años
ha sido el Festival de
Música Tradicional,
promovido por la
Asociación Abuxarra,
que ha constituido un
modelo de recuperación
y puesta en valor del
patrimonio inmaterial de
la comarca, liderado por
hombres y mujeres que
no desean que sus tradiciones caigan en el olvido.
La manifestación folclórica más original de La
Alpujarra es el trovo. Descendiente directo del
folclore andalusí, consiste en el duelo espontáneo
entre dos poetas con acompañamiento musical. El
fuerte crecimiento demográfico y económico de
comienzos del siglo XIX, basado en el vino y la uva
envasada de La Contraviesa, permitió al trovo
alpujarreño resurgir de las cenizas de la debacle
cultural provocada por la expulsión del pueblo
morisco. También es importante señalar, que la
tradición del trovo se mantuvo viva en otros países
hispanoamericanos, especialmente en Colombia y
Cuba, donde se conoce como Trovo Cubano o Trova.
Prácticamente todos los viajeros románticos que
pasaron por estas tierras -Washington Irving,
Richard Ford, etc.- hacen referencia al mismo.
Hasta hace muy poco tiempo, bastaba con reunirse
un grupo de personas una noche en un cortijo y la
fiesta podía durar horas, a veces días. En la mayoría
de las ocasiones, especialmente antes de finales del
siglo XIX, estas reuniones de trovo estaban más
relacionadas con trabajos colectivos, como el
realizado en las eras, en época de trilla.
EL TROVO ALPUJARREÑO
La manifestación folclórica más original de La
Alpujarra es el trovo. Descendiente directo del
folclore andalusí, consiste en el duelo espontáneo,
“cantao” o “hablao”, entre dos poetas y/o cantantes
con acompañamiento musical.
El fuerte crecimiento demográfico y económico de
comienzos del siglo XIX, basado en el vino y la uva
envasada de La Contraviesa, permitió al trovo
alpujarreño resurgir de las cenizas de la debacle
cultural provocada por la expulsión del pueblo
morisco. También es importante señalar, que la
tradición del trovo se mantuvo viva en otros países
hispanoamericanos, especialmente en Colombia y
Cuba, donde se conoce como Trovo Cubano o Trova.
Prácticamente todos los viajeros románticos que
pasaron por estas tierras -Washington Irving,
Richard Ford, etc.- hacen referencia al mismo.
Hasta hace muy poco tiempo, bastaba con reunirse
un grupo de personas una noche en un cortijo y la
fiesta podía durar horas, a veces días. En la mayoría
de las ocasiones, especialmente antes de finales del
siglo XIX, estas reuniones de trovo estaban más
relacionadas con trabajos colectivos, como el
realizado en las eras, en época de trilla.
“El trovo es la luz más pura
que a mí me va iluminando,
con él me voy alumbrando
el campo de mi cultura.
Si no soy una figura
soy un trovero genial
y en este mundo ambiental
hay una gracia conmigo,
que todo lo que yo digo
es de la luz natural”.
Miguel Candiota -año 1.985-
CANCIONES DE MULEROS
Las Canciones de Muleros son ejecutadas sin
acompañamiento musical, recayendo el peso de la
interpretación en la voz del artista. Al igual que el
Trovo son de carácter espontáneo y el cantaor
inventa, sobre una estructura musical y un ritmo
tradicionales, un cierto número de estrofas que
expone en su personal estilo sin obedecer a ninguna
regla. Grandes silencios separan una misma estrofa
de cinco versos, rotos por los gritos de aliento o
improperios que el mulero dirige a sus mulos o
burros. Estas Canciones de Muleros, que inundaban
los valles, se asemejan a las melodías que se oían en
los campos de Asturias o Galicia, con las que,
quizás, comparten el mismo origen.
“La pena que no es pena
Todo es pena para mí
Ayer penaba por verte
Y hoy peno por ti
Todo es pena para mí”.
Recopilado por J.C. Spahni en Cojáyar-
LOS REMERINOS
Otros cantos que sonaban durante las faenas
agrícolas eran los “Remerinos”. Según Brenan, el
nombre puede proceder de los remolinos o revueltas
que daban los mozos y mozas, después de organizar
un corro para cantarlos. Mientras el trovo mira hacia
la mar, y tiene su esencia en la Contraviesa, los
remerinos miran más a la nieve y son más propios
de la sierra, de La Alpujarra Alta.
Los remerinos suelen ser música coral, basados en
poemas breves y por lo general de tipo amoroso en
los que siempre aparece la naturaleza:
“Tierra de la Alpujarra,
tierra bravía,
no mires a la nieve,
morena mía.
Cierra tus ojos,
que está verde la hierba
de los rastrojos.”
-Recopilada por Enrique Morón-.
Y utilizando metáforas y personificaciones:
“Cuando vienes del campo,
soledad,
vienes airosa.
Asómate
a la ventana y te lo diré.
Vienes coloradita,
soledad,
como una rosa.
Asómate
a la ventana y te lo diré.”
-Recopilada por Enrique Morón-.
OTRAS CANCIONES
En las Canciones Infantiles, el coro está compuesto
por niñas, aunque añadiendo algunas voces de
muchachos. Los versos van rimados pero lo
importante es el número de sílabas, de tal manera
que una palabra comienza al final de un verso para
terminar al principio del siguiente, a expensas de la
rima. Suelen contener un cierto número de coplas
acompañadas de un refrán. Si estas encuentran una
acogida favorable ante los oyentes, se conservan y se
transmiten de boca en boca.
“Señoritas,
¿Donde van ustedes?
Zapatero,
Vamos a pasear.
Señoritas,
Se rompen los zapatos.
Zapatero,
Usted los reparará.
¿Y quien los va a pagar?
El que pueda usted pillar.”
-Recopilado por J.C. Spahni en Murtas-
Las Canciones de Rueda y Corro, el Enreillo,
Canciones de Mecedores, etc., sirven a mozos y
mozas, no sólo para demostrar las aptitudes y talle,
también exponen las preferencias o desdén hacia
alguno/a de los concurrentes por medio de gestos y
posturas más o menos “secretos”.
CULTURA