... todo lo que puedas soñar La Alpujarra MUY IMPORTANTE MÁS INFORMACIÓN LEER INFORMACIÓN GENERAL LEER INFORMACIÓN GENERAL ITINERARIO 1 RUTA DE PEDRO ANTONIO DE ALARCÓN CASAS SENDEROS RUTAS CULTURA NATURA PUEBLOS La Alpujarra … todo lo que puedas soñar
R U T A S

Rutas “Escritores en La Alpujarra”

LOS TIEMPOS: son medidos sin paradas, a una velocidad media reducida, condicionada por las “carreteras típicas alpujarreñas” y la difícil orografía del terreno. Se pueden completar tranquilamente en DOS/TRES DÍAS el primero, DOS/TRES DÍAS el segundo, y UN  DÍA el tercero. OTRAS OPCIONES: Por supuesto, se puede cambiar el inicio de cada itinerario en función del lugar desde donde se encuentre alojado, de su residencia o su visita, o el punto de entrada a la comarca. La Alpujarra es posiblemente la comarca sobre la que más se ha escrito. Un variopinto elenco de escritores y artistas se han valido de ella para conseguir la anhelada inspiración de sus obras a lo largo de los siglos, abarcando desde los hechos históricos acaedidos durante la conquista del Reino de Granada y las posteriores sublevaciones de los moriscos, su naturaleza y etnocultura, sus indescriptibles paisajes y sus peculiares habitantes, … o simplemente relatando sus propios viajes, aventuras y desventuras. Por citar algunos: Juan Rufo (La Austríada -1584), Diego Hurtado de Mendoza (La Guerra de Granada publicada en 1610), Luis del Mármol Carvajal (Historia de la rebelión y castigo de los moriscos -1600), Bernardo de Balbuena,… o los más recientes  Federico García Lorca, Rafael Gómez Montero, Fidel Fernández Martínez, Joaquín Bosque Maurel, Julio Caro Baroja, Paul Voigt, Gregorio Marañón, Rafael Guillén, José G. Ladrón de Guevara, José Alberto López Tovar, Harold López Méndez, Federico Olóriz Aguilera, Antonio Gala,… A partir del siglo XIX se produjo el inicio de los viajes de placer, sobre todo de las clases acomodadas europeas. Los escritores románticos empezaron a viajar por Granada y La Alpujarra por la orla de misterio y leyenda que contagiaba esta zona. Entre ellos, Richard Ford (Manual para viajeros por Andalucía y lectores en casa), Charles Didier (Un viaje a La Alpujarra en 1836) que vino buscando “alcornoques seculares y robles antediluvianos” y se pone a buscarlos en el cauce del Guadalfeo donde casi se ahogan él, sus guías, los guardaespaldas, y los caballos en la Junta de los Ríos en Órgiva, … Ya en siglo XX, el hispanista inglés Gerald Brenan esboza un retrato ameno de la zona (Al Sur de Granada), pero es el suizo Jean Christian Spahni (La Alpujarra, La Andalucía Secreta) quien lleva a cabo uno de los más amenos estudios etnológicos y geográficos de La Alpujarra de mediados del siglo XX, denotando desde el principio una gran apreciación por la cultura popular y los alpujarreños.     Entre los autores de libros de viajes  españoles: Miguel J. Carrascosa Salas (La Alpujarra), Eduardo Castro (Guía General de la Alpujarra), José Guglieri Arenas (En los Alpes Alpujarreños), Francisco Izquierdo (El Apócrifo de La Alpujarra Alta), Antonio Rubio (Del mar al cielo), Juan M. Jerez Hernández (Toda la Alpujarra)… y el pionero en la literatura de viajes española, Pedro Antonio de Alarcón (La Alpujarra: sesenta leguas a caballo precedidas de seis en diligencia – en 1872). Hoy día, en la era de Internet, multitud de sitios web albergan amplias guías sobre La Alpujarra, baste poner en el buscador Google “alpujarra” para obtener más de un millón de páginas. La mayor parte de los escritores mencionados anteriormente, junto con músicos, pintores, dibujantes, fotógrafos, se enamoraron de esta comarca que, con poco empeño que se ponga, te sabe agradecer una visita si sabes observar, sentir y escuchar. En honor a los que supieron vivir y que vivirán La Alpujarra, incluso de los que no se citan por cuestión de espacio, se dedican los siguientes itinerarios.
Pedro   Antonio   de   Alarcón    y   su   obra   “La   Alpujarra:   sesenta   leguas   a   caballo   precedidas   de   seis   en diligencia”   es   la   inspiradora   de   este   itinerario   que   intenta   cubrir   todas   las   poblaciones   visitadas   en   1872. Novelista   nacido   en   Guadix   (Granada)   en   1833,   fue   uno   de   los   autores   españoles   más   importantes   del Siglo   XIX.   Entre   sus   obras   más   importantes   destacan   además   de   la   mencionada:   Diario   de   un   testigo   de   la guerra   de   África   (1859),   De   Madrid   a   Nápoles,   (1861),   El   sombrero   de   tres   picos   (1874),   El   escándalo   (1875), El niño de la bola (1878) y La pródiga (1880). Imbuido   por   el   romanticismo   de   la   época,   junto   a   unos   cuantos   amigos   viajeros   y   una   carga   impresionante de   todos   los   libros   escritos   sobre   La   Alpujarra   y   los   moriscos,   comienza   desde   Granada   el   viaje   soñado   ya desde   su   infancia.   Se   mezcla   el   realismo   de   los   personajes,   de   la   naturaleza,   con   las   clásicas   leyendas   y hechos   históricos   del   final   del   Reino   Nazarí   y   la   posterior   Guerra   de   Granada.   Después   de   atravesar   el Valle de Lecrín, el “Valle de la Alegría”, pasa por el Puente de Tablate para entrar en La Alpujarra. De   Lanjarón ,   por   la   A-348,   se   llega   a   Órgiva   del   que   Pedro   Antonio   de   Alarcón    cuenta   de   su   entorno:   “Ya engolfados    en    el    campo,    todas    nuestras    observaciones    y    pláticas    contrajéronse    al    estudio    o    a    la enumeración   de   las   bellezas   silvestres   en   que   también   abunda   aquel   privilegiado   suelo.   Su   flora,   su fauna,   sus   montes,   sus   ríos,   sus   más   célebres   paisajes,   todo   lo   trajimos   a   colación   durante   un   largo, deleitoso,   inolvidable   paseo   por   huertas,   campiñas,   naranjales   y   numerosísimos   ejércitos   de   alineados olivos...    Y    de    lo    que    allí    observamos    y    platicamos    resultan,    entre    otras    cosas,    las    particularidades siguientes: Muchos   pueblos   de   los   que   componían   la   antigua   Taha   de   Órgiva,   hállanse   enclavados   en   una   gigantesca loma que se desprende del Veleta, haciendo pendant con la de Lanjarón. Al   Este   de   la   villa   hay   una   descomunal   ladera   muy   pendiente,   pero   toda   ella   cultivada,   donde,   por   más señas, verdeaban a la sazón las esperanzas de una gran cosecha de cereales. Y   por   todos   lados,   en   la   Sierra   como   en   el   río,   en   lo   llano   como   en   lo   escabroso,   corresponde   al   favor   de   los elementos,   amigablemente   concertados   en   obsequio   de   aquel   país,   una   exposición   universal   de   vegetales, desde   el   árbol   más   corpulento   a   la   hierba   más   humilde,   desde   los   que   sudan   goma   en   el   Ecuador   hasta   los que crujen de frío más allá de los Círculos Polares. Sólo Sierra Nevada y el sol de Berbería, puestos de acuerdo, producirían tales milagros.” Llegamos   a   Torvizcón   (“Torbiscon   y   su   rambla”),   en   el   que   se   toma   una   pequeña   y   revirada   (sobre   todo   al principio)   carretera   que   comienza   a   la   derecha   antes   de   finalizar   el   pueblo   y   termina   en   la   GR-5204, (OPCIONAL)   o   podríamos   andar   el   Sendero   de   Pedro   Antonio   de   Alarcón    para   subir   la   Contraviesa. Desde   este   punto,      el   escritor   relata   que:   “El   cielo   avanzó   por   encima   de   nuestras   cabezas,   como   un   mar que   rompiera   sus   diques,   e   invadió   un   inmenso   espacio   circular,   anegando   y   sepultando   bajo   sus   olas todos los montes que hasta allí nos habían parecido insuperables... Sólo   nosotros   quedamos   flotando   en   el   general   diluvio...   Sólo   nosotros   dominamos   entonces,   en   muchas leguas a la redonda, la vacía soledad del aire. La Alpujarra entera estaba a nuestros pies.” En   el   cruce   se   toma   a   la   derecha,   en   dirección   al   Haza   del   Lino   y   sus   alcornoques   centenarios   para   arribar despues    por    la    GR-4131    a    Sorvilán     y    Albuñol .    (OPCIONAL)    Podríamos    ascender    un    poco,    visitar    la entrada   de   la   Cueva   de   los   Murciélagos   y   las   Angosturas   de   Albuñol ,   y   después   dar   una   vuelta   por   el Albondón de las infinitas bodegas. Se   desciende   hasta   La   Rábita   por   la   A-345,   bordeando   la   costa   de   Granada   y   Almería   por   la   N-340a,      se recomienda   tomar   unos   baños   en   la   playa   o   en   alguna   escondida   cala   y   llegar   a   Adra.   Por   la   A-347 atravesamos   Berja,   para   tomar   a   su   salida   la   AL-1175   dirección   Turón ,   haciendo   una   parada   en   el   dique   del Pantano   de   Benínar,   que   esconde   sumergido   bajo   sus   aguas   a   este   pueblo.   Este   tramo   de   Albuñol   –   Adra   - Turón ,   el   escritor   lo   recorre   en   sentido   inverso   en   una   sola   tarde   en   compañía   de   su   hermano,   después   de una   infernal   galopada   digna   del   más   valiente   caballero   andalusí.   Un   adagio   español   lo   expresa   así:   “No hay hombre cuerdo a caballo.” Por    aquel    entonces,    Murtas    tenía    una    importante    producción    de    aguardiente    y    antes    de    preparar    el descenso en la “expedición a Cádiar y a la Sierra” hay que desayunar: “Mande   usted   que   echen   una   lágrima   de   cualquier   cosa   a   estos   pobres   lectores!...   ¡Aunque   sea   una   gota   de aguardiente   sin   rebajar!   -¿Quién   se   para   en   grados   cuando   el   termómetro   marca   uno   bajo   cero!   -Y,   por   lo que   hace   a   nosotros,   queremos   desayunarnos   con   gachas...   ¿lo   oye   usted?...   con   gachas   de   las   que   comen los   pastores;   con   gachas   de   caldo   colorado   y   muy   picante,   que   nos   caliente   el   estómago   antes   de   ponernos en camino.- El chocolate es bueno para las monjas.” Corona   este   pueblo   el   Cerrajón   de   Murtas,   siendo   la   delimitación   geográfica   de   La   Alpujarra   propuesta por   Alarcón,   una   de   las   más   simples   y   claras:      “todo   lo   que   queda   dentro   del   horizonte   sensible   que   se abarca desde las cimas del Cerrajón de Murtas;”. El   descenso   de   la   Contraviesa   se   realiza   por   la   GR-5202,   pasando   al   lado   de   Mecina   Tedel,   Cojáyar   y Jorairátar,   pasando   al   lado   de   los   restos   romanos   del   Castillo   Juliana.      (OPCIONAL)   Se   podría   descender también   por   el   sendero   de   Mecina   Tedel   a   Cojayar,   que   con   toda   probabilidad   fue   el   que   utilizó   el   escritor, al igual que la Senda de La Alpujarra GR142 desde Jorairátar a Cádiar. En   el   cruce   con   la   A-348   la   tomamos   a   la   izquierda,   pasando   por   Yátor   dirección   a   Cádiar ,   “…   patria   y residencia   habitual   de   D.   FERNANDO   el   Zaguer,   y   algunas   veces   corte   del   mismo   ABEN-HUMEYA”   y añade    el    escritor    que    “    ...sus    grandes    casas    rodeadas    de    huertas    y    jardines,    sus    oscuros    olivares,    su refulgente   río,   sus   floridos   campos;   la   poética   bruma   que   se   resistía   a   dejar   las   alamedas,   el   radiante   azul del   cielo   a   que   no   lograba   subir   aquella   bruma,   y   el   alegre   Sol   que   plateaba   las   cercanas   nieves,   doraba   los edificios,   relucía   en   las   aguas,   argentaba   la   misma   niebla   y   convertía   en   penachos   de   colores   las   columnas de   humo   de   los   hogares...”.   (OPCIONAL)   Es   ineludible   pasear   por   la   cercana   Narila,   de   la   que   “…No   faltó quien    nos    indicase    entonces    cuál    de    los    vetustos    olivos    que    vimos    en    los    alrededores    del    lugar    era segurísimamente   la   famosa   olivera   a   cuya   sombra,   según   los   historiadores,   fue   coronado   ABEN-HUMEYA Rey de Granada....”. Abandonámos   la   A-348   para   subir      por   la   GR-4130   hacia   Yegen   y   Válor ,   en   el   que   recuerda   el   Puente   de   la Tableta   y   con   amargura   las   Fiestas   de   Moros   y   Cristianos,   para   continuar   por   Mecina   Alfahar,   Mairena hasta   Laroles   donde   antes   de   irse   a   dormir   el   escritor   nos   cuenta   que   “Ya   muy   tarde,   nos   asomamos   a   un balcón,   a   fin   de   contemplar   la   Alpujarra   a   luz   de   la   Luna.   ¡Era   la   última   vez   (acaso   en   toda   nuestra   vida) que podríamos disfrutar de aquel grandiosísimo espectáculo!...”. (OPCIONAL)      Desde   Nechite   se   puede   tomar   el   Sendero   GR7,   por   Mairena   Júbar   y   Laroles ,   para   bajar   a Picena   por   el   Sendero   de   Joplón,   ya   que   estas   sendas   son   los   antiguos   Caminos   Reales   que   utilizaría Pedro Antonio de Alarcón . Se   desciende   de   “la   sierra”   a   la   izquierda   por   la   A-337,   pasando   por   Picena   y   Cherín,   para   tomar   la   antigua carretera A-348 hasta la ciudad de Ugíjar , donde finaliza el itinerario y de la que el escritor nos cuenta: “Ugíjar,   la   antigua   ciudad,   la   verdadera   metrópoli   de   la   Alpujarra,   acababa   de   aparecer   también   a   nuestros ojos,   pero   no   encaramada   en   un   monte,   ni   escondida   en   una   rambla,   ni   opresa   en   un   barranco,   como   los demás   pueblos   de   aquel   enmarañado   país,   sino   aristocráticamente   extendida   al   pie   de   la   Sierra,   en   un terreno   casi   llano,   en   medio   de   una   tierra   feracísima,   con   su   horizonte   propio,   cercado   de   montañas ajenas”.
 Lanjarón –  Órgiva Torvizcón SORVILÁN – ALBUÑOL Albondón - LA RÁBITA  - ADRA - BERJA - TURÓN - MURTAS  - MECINA TEDEL - COJÁYAR  - JORAIRÁTAR – YÁTOR - Cádiar - NARILA - YEGEN  - Válor – NECHITE - MECINA ALFAHAR - MAIRENA  - Laroles - PICENA  - CHERÍN - Ugíjar LONGITUD:   226 kms. DURACIÓN SIN PARADAS:   4 HORAS  42´.
ETAPA 1
ETAPA 2
Se   proponen   TRES   ITINERARIOS   uniendo   los   pueblos   que   según   sus   obras   recorrieron   tres   escritores:   el novelista   español   Pedro   Antonio   de   Alarcón ,   el   hispanista   inglés   Gerald   Brenan    y   el   sociólogo   suizo   Jean Christian   Spahni .   Se   podrían   haber   elegido   otros   escritores,   pero   los   mencionados   son   quizás   los   que   más se han recorrido y leído esta tierra. En   toda   La   Alpujarra   se   pueden   encontrar   referencias,   placas   commemorativas,   nombres   de   calles      o plazas,   de   estos   autores.   Sus   títulos,   referidos   a   La   Alpujarra ,   son   por   lo   general,   entretenidos,   no   son excesivamente   extensos   y   sobre   todo,   nos   animan   a   venir   a   La   Alpujarra :   a   contemplar   sus   paisajes,   a valorar sus recursos y a conocer sus gentes. ITINERARIO   1.   Es   de   tipo   lineal,   si   se   parte   desde   Granada   comienza   en   Lanjarón   y   finaliza   en   Ugíjar.   Los   desvíos   opcionales   son   por   los   caminos   tradicionales,   que   por   lo   general,   no   están   asfaltados,   a   veces utilizando   senderos   señalizados   o   sendas   casi   desaparecidas;   estos   desvíos   se   pueden   realizar   a   pie,   a caballo o bicicleta de montaña, acompañados siempre con un experto. ITINERARIO   2.   De   tipo   casi   circular   (si   se   conecta   con   el   Itinerario   3),   entra   por   la   carretera   de   la   costa desde   Motril   y   Vélez   Benaudalla   para   llegar   a   Yegen   y   Mecinilla   ( La   Taha ),   con   desvíos   opcionales   de interés. ITINERARIO   3:   De   tipo   lineal,   parte   desde   Órgiva   hasta   el   Barranco   del   Poqueira,   con   pequeños   desvíos opcionales de interés a los pueblos del recorrido.
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Rutas “Escritores en La Alpujarra”

LOS TIEMPOS: son medidos sin paradas, a una velocidad media reducida, condicionada por las “carreteras típicas alpujarreñas” y la difícil orografía del terreno. Se pueden completar tranquilamente en DOS/TRES DÍAS el primero, DOS/TRES DÍAS el segundo, y UN  DÍA el tercero. OTRAS OPCIONES: Por supuesto, se puede cambiar el inicio de cada itinerario en función del lugar desde donde se encuentre alojado, de su residencia o su visita, o el punto de entrada a la comarca. La Alpujarra es posiblemente la comarca sobre la que más se ha escrito. Un variopinto elenco de escritores y artistas se han valido de ella para conseguir la anhelada inspiración de sus obras a lo largo de los siglos, abarcando desde los hechos históricos acaedidos durante la conquista del Reino de Granada y las posteriores sublevaciones de los moriscos, su naturaleza y etnocultura, sus indescriptibles paisajes y sus peculiares habitantes, … o simplemente relatando sus propios viajes, aventuras y desventuras. Por citar algunos: Juan Rufo (La Austríada -1584), Diego Hurtado de Mendoza (La Guerra de Granada publicada en 1610), Luis del Mármol Carvajal (Historia de la rebelión y castigo de los moriscos -1600), Bernardo de Balbuena,… o los más recientes  Federico García Lorca, Rafael Gómez Montero, Fidel Fernández Martínez, Joaquín Bosque Maurel, Julio Caro Baroja, Paul Voigt, Gregorio Marañón, Rafael Guillén, José G. Ladrón de Guevara, José Alberto López Tovar, Harold López Méndez, Federico Olóriz Aguilera, Antonio Gala,… A partir del siglo XIX se produjo el inicio de los viajes de placer, sobre todo de las clases acomodadas europeas. Los escritores románticos empezaron a viajar por Granada y La Alpujarra por la orla de misterio y leyenda que contagiaba esta zona. Entre ellos, Richard Ford (Manual para viajeros por Andalucía y lectores en casa), Charles Didier (Un viaje a La Alpujarra en 1836) que vino buscando “alcornoques seculares y robles antediluvianos” y se pone a buscarlos en el cauce del Guadalfeo donde casi se ahogan él, sus guías, los guardaespaldas, y los caballos en la Junta de los Ríos en Órgiva, … Ya en siglo XX, el hispanista inglés Gerald Brenan  esboza un retrato ameno de la zona (Al Sur de Granada), pero es el suizo Jean Christian Spahni (La Alpujarra, La Andalucía Secreta) quien lleva a cabo uno de los más amenos estudios etnológicos y geográficos de La Alpujarra de mediados del siglo XX, denotando desde el principio una gran apreciación por la cultura popular y los alpujarreños.     Entre los autores de libros de viajes  españoles: Miguel J. Carrascosa Salas (La Alpujarra), Eduardo Castro (Guía General de la Alpujarra), José Guglieri Arenas (En los Alpes Alpujarreños), Francisco Izquierdo (El Apócrifo de La Alpujarra Alta), Antonio Rubio (Del mar al cielo), Juan M. Jerez Hernández (Toda la Alpujarra)… y el pionero en la literatura de viajes española, Pedro Antonio de Alarcón (La Alpujarra: sesenta leguas a caballo precedidas de seis en diligencia – en 1872). Hoy día, en la era de Internet, multitud de sitios web albergan amplias guías sobre La Alpujarra, baste poner en el buscador Google “alpujarra” para obtener más de un millón de páginas. La mayor parte de los escritores mencionados anteriormente, junto con músicos, pintores, dibujantes, fotógrafos, se enamoraron de esta comarca que, con poco empeño que se ponga, te sabe agradecer una visita si sabes observar, sentir y escuchar. En honor a los que supieron vivir y que vivirán La Alpujarra, incluso de los que no se citan por cuestión de espacio, se dedican los siguientes itinerarios.
Pedro   Antonio   de   Alarcón    y   su   obra   “La   Alpujarra:   sesenta   leguas   a   caballo precedidas   de   seis   en   diligencia”   es   la   inspiradora   de   este   itinerario   que   intenta cubrir    todas    las    poblaciones    visitadas    en    1872.    Novelista    nacido    en    Guadix (Granada)   en   1833,   fue   uno   de   los   autores   españoles   más   importantes   del   Siglo XIX.   Entre   sus   obras   más   importantes   destacan   además   de   la   mencionada:   Diario de   un   testigo   de   la   guerra   de   África   (1859),   De   Madrid   a   Nápoles,   (1861),   El sombrero   de   tres   picos   (1874),   El   escándalo   (1875),   El   niño   de   la   bola   (1878)   y   La pródiga (1880). Imbuido   por   el   romanticismo   de   la   época,   junto   a   unos   cuantos   amigos   viajeros   y una   carga   impresionante   de   todos   los   libros   escritos   sobre   La   Alpujarra   y   los moriscos,   comienza   desde   Granada   el   viaje   soñado   ya   desde   su   infancia.   Se mezcla   el   realismo   de   los   personajes,   de   la   naturaleza,   con   las   clásicas   leyendas   y hechos   históricos   del   final   del   Reino   Nazarí   y   la   posterior   Guerra   de   Granada. Después   de   atravesar   el   Valle   de   Lecrín,   el   “Valle   de   la   Alegría”,   pasa   por   el Puente de Tablate para entrar en La Alpujarra. De   Lanjarón ,   por   la   A-348,   se   llega   a   Órgiva   del   que   Pedro   Antonio   de Alarcón     cuenta    de    su    entorno:    “Ya    engolfados    en    el    campo,    todas    nuestras observaciones    y    pláticas    contrajéronse    al    estudio    o    a    la    enumeración    de    las bellezas   silvestres   en   que   también   abunda   aquel   privilegiado   suelo.   Su   flora,   su fauna,   sus   montes,   sus   ríos,   sus   más   célebres   paisajes,   todo   lo   trajimos   a   colación durante   un   largo,   deleitoso,   inolvidable   paseo   por   huertas,   campiñas,   naranjales y   numerosísimos   ejércitos   de   alineados   olivos...   Y   de   lo   que   allí   observamos   y platicamos resultan, entre otras cosas, las particularidades siguientes: Muchos   pueblos   de   los   que   componían   la   antigua   Taha   de   Órgiva,   hállanse enclavados    en    una    gigantesca    loma    que    se    desprende    del    Veleta,    haciendo pendant con la de Lanjarón. Al   Este   de   la   villa   hay   una   descomunal   ladera   muy   pendiente,   pero   toda   ella cultivada,   donde,   por   más   señas,   verdeaban   a   la   sazón   las   esperanzas   de   una   gran cosecha de cereales. Y   por   todos   lados,   en   la   Sierra   como   en   el   río,   en   lo   llano   como   en   lo   escabroso, corresponde   al   favor   de   los   elementos,   amigablemente   concertados   en   obsequio de    aquel    país,    una    exposición    universal    de    vegetales,    desde    el    árbol    más corpulento   a   la   hierba   más   humilde,   desde   los   que   sudan   goma   en   el   Ecuador hasta los que crujen de frío más allá de los Círculos Polares. Sólo   Sierra   Nevada   y   el   sol   de   Berbería,   puestos   de   acuerdo,   producirían   tales milagros.” Llegamos   a   Torvizcón   (“Torbiscon   y   su   rambla”),   en   el   que   se   toma   una pequeña   y   revirada   (sobre   todo   al   principio)   carretera   que   comienza   a   la   derecha antes   de   finalizar   el   pueblo   y   termina   en   la   GR-5204,   (OPCIONAL)   o   podríamos andar   el   Sendero   de   Pedro   Antonio   de   Alarcón    para   subir   la   Contraviesa.   Desde este    punto,        el    escritor    relata    que:    “El    cielo    avanzó    por    encima    de    nuestras cabezas,   como   un   mar   que   rompiera   sus   diques,   e   invadió   un   inmenso   espacio circular,   anegando   y   sepultando   bajo   sus   olas   todos   los   montes   que   hasta   allí   nos habían parecido insuperables... Sólo     nosotros     quedamos     flotando     en     el     general     diluvio...     Sólo     nosotros dominamos entonces, en muchas leguas a la redonda, la vacía soledad del aire. La Alpujarra entera estaba a nuestros pies.” En   el   cruce   se   toma   a   la   derecha,   en   dirección   al   Haza   del   Lino   y   sus   alcornoques centenarios    para    arribar    despues    por    la    GR-4131    a    Sorvilán    y   Albuñol . (OPCIONAL)   Podríamos   ascender   un   poco,   visitar   la   entrada   de   la   Cueva   de   los Murciélagos    y    las    Angosturas    de    Albuñol ,    y    después    dar    una    vuelta    por    el Albondón de las infinitas bodegas. Se   desciende   hasta   La   Rábita   por   la   A-345,   bordeando   la   costa   de   Granada   y Almería   por   la   N-340a,      se   recomienda   tomar   unos   baños   en   la   playa   o   en   alguna escondida   cala   y   llegar   a   Adra.   Por   la   A-347   atravesamos   Berja,   para   tomar   a   su salida    la    AL-1175    dirección    Turón ,    haciendo    una    parada    en    el    dique    del Pantano   de   Benínar,   que   esconde   sumergido   bajo   sus   aguas   a   este   pueblo.   Este tramo   de   Albuñol   –   Adra   -   Turón ,   el   escritor   lo   recorre   en   sentido   inverso   en   una sola   tarde   en   compañía   de   su   hermano,   después   de   una   infernal   galopada   digna del   más   valiente   caballero   andalusí.   Un   adagio   español   lo   expresa   así:   “No   hay hombre cuerdo a caballo.” Por   aquel   entonces,   Murtas   tenía   una   importante   producción   de   aguardiente   y antes   de   preparar   el   descenso   en   la   “expedición   a   Cádiar   y   a   la   Sierra”   hay   que desayunar: “Mande   usted   que   echen   una   lágrima   de   cualquier   cosa   a   estos   pobres   lectores!... ¡Aunque   sea   una   gota   de   aguardiente   sin   rebajar!   -¿Quién   se   para   en   grados cuando    el    termómetro    marca    uno    bajo    cero!    -Y,    por    lo    que    hace    a    nosotros, queremos   desayunarnos   con   gachas...   ¿lo   oye   usted?...   con   gachas   de   las   que comen   los   pastores;   con   gachas   de   caldo   colorado   y   muy   picante,   que   nos   caliente el    estómago    antes    de    ponernos    en    camino.-    El    chocolate    es    bueno    para    las monjas.” Corona   este   pueblo   el   Cerrajón   de   Murtas,   siendo   la   delimitación   geográfica   de La   Alpujarra   propuesta   por   Alarcón,   una   de   las   más   simples   y   claras:      “todo   lo que    queda    dentro    del    horizonte    sensible    que    se    abarca    desde    las    cimas    del Cerrajón de Murtas;”. El   descenso   de   la   Contraviesa   se   realiza   por   la   GR-5202,   pasando   al   lado   de Mecina   Tedel,   Cojáyar   y   Jorairátar,   pasando   al   lado   de   los   restos   romanos   del Castillo   Juliana.      (OPCIONAL)   Se   podría   descender   también   por   el   sendero   de Mecina   Tedel   a   Cojayar,   que   con   toda   probabilidad   fue   el   que   utilizó   el   escritor, al igual que la Senda de La Alpujarra GR142 desde Jorairátar a Cádiar. En   el   cruce   con   la   A-348   la   tomamos   a   la   izquierda,   pasando   por   Yátor   dirección   a Cádiar ,   “…    patria    y    residencia    habitual    de    D.    FERNANDO    el    Zaguer,    y algunas   veces   corte   del   mismo   ABEN-HUMEYA”   y   añade   el   escritor   que   “   ...sus grandes   casas   rodeadas   de   huertas   y   jardines,   sus   oscuros   olivares,   su   refulgente río,   sus   floridos   campos;   la   poética   bruma   que   se   resistía   a   dejar   las   alamedas,   el radiante   azul   del   cielo   a   que   no   lograba   subir   aquella   bruma,   y   el   alegre   Sol   que plateaba   las   cercanas   nieves,   doraba   los   edificios,   relucía   en   las   aguas,   argentaba la   misma   niebla   y   convertía   en   penachos   de   colores   las   columnas   de   humo   de   los hogares...”.   (OPCIONAL)   Es   ineludible   pasear   por   la   cercana   Narila,   de   la   que “…No   faltó   quien   nos   indicase   entonces   cuál   de   los   vetustos   olivos   que   vimos   en los   alrededores   del   lugar   era   segurísimamente   la   famosa   olivera   a   cuya   sombra, según los historiadores, fue coronado ABEN-HUMEYA Rey de Granada....”. Abandonámos   la   A-348   para   subir      por   la   GR-4130   hacia   Yegen   y   Válor ,   en   el que   recuerda   el   Puente   de   la   Tableta   y   con   amargura   las   Fiestas   de   Moros   y Cristianos,   para   continuar   por   Mecina   Alfahar,   Mairena    hasta   Laroles   donde antes   de   irse   a   dormir   el   escritor   nos   cuenta   que   “Ya   muy   tarde,   nos   asomamos   a un   balcón,   a   fin   de   contemplar   la   Alpujarra   a   luz   de   la   Luna.   ¡Era   la   última   vez (acaso   en   toda   nuestra   vida)   que   podríamos   disfrutar   de   aquel   grandiosísimo espectáculo!...”. (OPCIONAL)      Desde   Nechite   se   puede   tomar   el   Sendero   GR7,   por   Mairena Júbar   y   Laroles ,   para   bajar   a   Picena   por   el   Sendero   de   Joplón,   ya   que   estas   sendas son los antiguos Caminos Reales que utilizaría Pedro Antonio de Alarcón . Se   desciende   de   “la   sierra”   a   la   izquierda   por   la   A-337,   pasando   por   Picena   y Cherín,    para    tomar    la    antigua    carretera    A-348    hasta    la    ciudad    de    Ugíjar ,   donde finaliza el itinerario y de la que el escritor nos cuenta: “Ugíjar,   la   antigua   ciudad,   la   verdadera   metrópoli   de   la   Alpujarra,   acababa   de aparecer   también   a   nuestros   ojos,   pero   no   encaramada   en   un   monte,   ni   escondida en   una   rambla,   ni   opresa   en   un   barranco,   como   los   demás   pueblos   de   aquel enmarañado   país,   sino   aristocráticamente   extendida   al   pie   de   la   Sierra,   en   un terreno   casi   llano,   en   medio   de   una   tierra   feracísima,   con   su   horizonte   propio, cercado de montañas ajenas”.
 Lanjarón –  Órgiva Torvizcón SORVILÁN – ALBUÑOL Albondón - LA RÁBITA  - ADRA - BERJA - TURÓN - MURTAS  - MECINA TEDEL - COJÁYAR  - JORAIRÁTAR – YÁTOR - Cádiar - NARILA - YEGEN  - Válor – NECHITE - MECINA ALFAHAR - MAIRENA  - Laroles - PICENA  - CHERÍN - Ugíjar LONGITUD:   226 kms. DURACIÓN SIN PARADAS:   4 HORAS  42´.
ETAPA 1
ETAPA 2
Gerald   Brenan ,   escritor   e   hispanista   británico,   nació   en   Sliema,   Malta   en   1894. Influenciado    por    los    viajeros    románticos    del    XIX,    viaja    al    sur    de    España buscando    un    lugar    lo    suficientemente    barato    y    atractivo    que    le    permitiera dedicarse    a    sus    aficiones    favoritas:    leer,    escribir    y    caminar.    Después    de    un penoso   periplo   lo   encuentra   en   el   pueblo   de   Yegen   en   1920.      Por   su   casa,   a   partir de   los   años   veinte,   pasaron   buenas   temporadas   sus   amigos   y   famosos   en   la Inglaterra   de   aquel   tiempo:   Virginia   Woof,   Lytton   Strachey,   Roger   Fry,   Ralph Partridge   y   Dora   Carrington.   Se   casó   en   1930,   con   la   poetisa   estadounidense Gamel Woolsey. A    partir    de    1939    Gerald    Brenan     se    dedicó    a    la    redacción    de    su    obra    más reconocida,   “El   laberinto   español”   (1943),   que   fue   uno   de   los   primeros   estudios   publicados   sobre   las   causas   de   la   guerra   civil   española.   A   ésta   siguieron,   entre otras   obras,   “La   faz   de   España”   (1950)   en   la   que   expone   sus   investigaciones   sobre el   asesinato   de   Federico   García   Lorca    -indagó   hasta   encontrar   el   lugar   en   el   que supuestamente   el   poeta   yace      junto   a   un   banderillero   y   un   maestro   de   escuela- “Historia   de   la   literatura   española”   (1951),   y   “Al   Sur   de   Granada”(1957).   Gerald   Brenan   es   junto   a   Ian   Gibson   -que   vive   en   el   Valle   de   Lecrín-   y   Paul   Preston,   uno de los principales hispanistas del Siglo XX procedentes de las Islas Británicas. Recientemente   se   ha   creado   la   Asociación   de   Investigadores   por   Gerald   Brenan , que   propone   la   creación   de   una   Ruta   que   recorra   los   lugares,   de   Granada   y Málaga,   que   fueron   visitados   por   el   escritor.   Su   propuesta   se   realiza   partiendo   de Granada    y    discurre    por    los    siguientes    pueblos:    Granada,    Armilla,    Alhendín, Otura,     La     Malahá,     Escúzar,     Ventas     de     Huelma,     Agrón,     Fornes,     Jayena, Bermejales,    Arenas    del    Rey,    Jata,    Cacín,    Alhama    de    Granada,    Ventas    de Zafarraya,   Viñuela,   Puente   de   Don   manuel,   Portugalejo,   Canillas   de   Aceituno, Sedella,    Salares,    Corumbelos,    Daimalos,    Canilla    de    Alba,    Cómpeta,    Arenas, Sayalonga,    Algarrobo,    Vélez        Málaga,    Torrox,    Frigiliana,    Nerja,    Maro,    La Herradura,      Almuñécar,      Salobreña,      Motril,      Almegíjar ,      Cástaras , Lobras ,    Cádiar,   Murtas ,    Mecina   Bombarón ,    Yegen,    Válor , Mecina    Alfahar,    Ugíjar ,    Mairena ,    Yátor,    Alcútar,    Bérchules ,    Juviles , Trevélez , Busquístar , Pórtugos , Pitres , Mecina Fondales y Mecinilla. La   Ruta   que   se   plantea   a   continuación,   en   función   de   la   propuesta   anterior, recorre   los   pueblos   alpujarreños   mencionados,   haciendo   especial   alusión   a   los dos    en    los    que    el    escritor    vivió    más    tiempo:    Yegen    a    mitad    de    recorrido    y Mecinilla   al   final.   Los   textos   extraídos   pertenecen   a   la   obra   “Al   Sur   de   Granada” (1974)   que   ha   sido   llevada   al   cine   por   Fernando   Colomo   y   en   la   que   el   actor Matthew    Goode    interpreta    al    escritor-senderista,    extrayendo    el    romance    con Juliana (Verónica Sánchez). Gerald    Brenan    parte    de    Granada    hacia    las    Ventas    de    Huelma,    Ventas    de Zafarraya,   cruza   la   Sierra   de   Tejeda   entrando   en   la   Axarquía,   pernocta   en   Sedella y vuelve a la costa de Granada, desde donde asciende buscando La Alpujarra. El    primer    pueblo    mencionado    por    la    Asociación    es    Almegíjar ,     al    que llegaríamos    por    la    costa    desde    la    A-346,    la    A-348    y    la    GR    4130    después    de Torizcón.   Aunque   por   razones   logísticas   –los   autobuses   que   llegan   o   parten   a   los pueblos   de   La   Alpujarra   siempre   hacen   una   parada   aquí-   se   puede   empezar también en Órgiva , pueblo muy visitado y descrito por Gerald Brenan. Alcanzamos   Cástaras   y   su   anejo   Nieles   por   la   GR-4200,   continuando   por   un vertiginoso   camino   que   comunica   este   anejo   con   Tímar   y   Lobras ,   llegamos   a Cádiar   por   la   A-348,   que   continuamos   para   pasar   por   Yátor   y   Ugíjar . Ascendemos   ahora   por   la   GR-4126   para   conectar   con   a   GR-4130   que   tomamos   a la    izquierda    hacia    Válor   (OPCIONAL)    o    podríamos    tomarla    a    la    derecha hacia Mairena, donde Brenan estuvo buscando casa. Después   de   Válor   llegamos   a   Yegen ,   motivo   principal   del   itinerario,   del   que el   Don   Geraldo   escribió   en   “Al   Sur   de   Granada”   que   “…su   situación   física estimulaba   la   imaginación.   Se   alzaba   a   unos   mil   doscientos   metros   sobre   el   mar, sobre   una   suave   ladera   montañosa   surcada   por   arroyuelos,   moteada   de   rocas grises,   coloreada   con   el   verde   de   los   álamos,   de   las   mieses   y   de   toda   clase   de árboles   frutales,   se   agrupaba   como   una   colonia   de   nidos   de   golondrinas   colgados sobre   el   vacío.   Mirando   hacia   abajo   desde   cualquiera   de   sus   azoteas   la   ladera parecía   precipitarse   en   rápidas   gargantas   rojizas   que   formaban   un   dédalo   de ramblas   o   arroyuelos   arenosos.   El   ojo   se   zambullía   no   en   un   valle   encerrado entre   montañas,   sino   más   bien   en   una   hoya   recorrida   y   ondulada   por   valles.” Continuando   con   que   Yegen   “…daba   la   impresión   de   descansar   en   una   gran elevación,   sobre   el   resto   del   mundo.   Grande   era   la   soledad   y   el   silencio,   roto únicamente   por   los   ruidos   de   la   aldea   y   el   rumor   de   las   corrientes   de   agua.   Se sentía   cómo   el   aire   le   rodeaba   a   uno,   vas¬tas   masas   de   aire   que   me   bañaban   de manera   singular,   como   jamás   había   experimentado   en   otra   parte.   Montañas   y nubes   eran   elementos   capitales.   Unos   treinta   kilómetros   más   allá,   al   otro   lado del   espacio   transparente,   emergían   las   cimas   achatadas   de   la   Sierra   de   Gádor, desnuda,    azul    o    amarillo    ocre,    sin    árboles,    sin    agua,    y    que    cubría    más    de seiscientos   cuarenta   kilómetros   cuadrados   de   terreno.   En   invierno,   unos   pocos pastores   llevaban   sus   rebaños   a   pastar   allí,   y   en   la   noche   de   Todos   los   Santos encendían   fogatas   para   alejar   a   los   malos   espíritus.”   (OPCIONAL)   En   Yegen podremos   recorrer   el   Sendero   de   Gerald   Brenan,   y   pasar   por   el   Peñón   del   Fuerte y las Peñas de la Encantanda con leyenda incluida. Desde    Yegen    seguimos    en    dirección    Oeste    por    la    GR-4130    hacia    Mecina Bombarón    (del   que   escribe   que   es   “…   un   pueblo   grande,   parcialmente encalado   y   con   muchas   casas   grandes   diseminadas   entre   bosques   de   castaños. Tiene   un   carácter   completamente   diferente   al   de   Yegen,   con   un   aspecto   frío   y nórdico,     y     goza     de     celebridad     gracias     a     sus     manzanas     y     patatas”)     y Bérchules .   A    este    último    pueblo    llega    Brenan    a    cenar    después    de    una caminata   desde   Granada,   pasando   por   la   Laguna   de   Vacares,   que   nos   relata   así: “…   me   entró   la   locura   de   hacer   el   viaje   desde   Granada   hasta   mi   casa,   andando, en   un   solo   día.   Salí   de   la   ciudad   a   las   tres   de   la   madrugada,   llegué   al   pueblo   de Güejar   Sierra   al   amanecer   y   encontré   un   bar   abierto,   donde   tomé   un   vaso   de café.   Desde   allí   hasta   la   depresión   de   la   laguna   de   Vacares   hay   una   subida   casi continua   y   próxima   a   los   dos   mil   quinientos   metros,   y   al   encontrarme   envuelto en   una   nube   en   la   cima   tuve   la   suerte   de   poder   ver   la   laguna   bajo   su   aspecto   más solemne   y   misterioso:   un   bloque   de   hielo   flotaba   todavía   en   su   superficie   y   un cuervo   graznaba   en   la   niebla   que   se   rasgaba   y   cerraba   a   mi   alrededor.   No   había rastro,   sin   embargo,   de   pájaro   blanco   alguno,   pese   a   que   me   senté   al   borde   del agua    a    tomar    mi    almuerzo    de    pan    e    higos    secos.    Luego,    al    descender    a    El Horcajo,   pude   comprobar   que   los   pastores   se   habían   marchado   y,   tras   perder   mi camino   durante   un   rato   en   la   niebla,   llegué   al   castañar   de   Bérchules   hacia   las seis   de   la   tarde.   Allí   tomé   café   y   jamón   con   huevos,   emprendí   la   ruta   normal   al oscurecer   y   llegué   a   casa   a   las   diez   de   la   noche.   Fue   un   largo   paseo   —unos noventa   kilómetros—,   pero   en   las   montañas   uno   puede   caminar   sin   detenerse nunca.”    (OPCIONAL)    Con    toda    probabilidad,    para    llegar    a    Bérchules , tomaría el que es hoy es el Sendero de la Junta de los Ríos. Continuamos   por   la   GR-4132   dirección   Juviles    para   llegar   a   Trevélez .   El escritor    nos    cuenta    en    el    Capítulo    X    dedicado    a    las    creeencias    y    rituales alpujarreños    que    este    pueblo    “…se    levanta    a    una    altura    de    más    de    mil quinientos   metros   sobre   el   mar   y   que   es   —creo—   la   aldea   más   alta   de   Europa, tenía   una   gran   reputación   en   cuanto   a   hechicería   (existe   una   relación   matemática que   relaciona   el   número   de   hechiceras   en   España   y   la   altura   sobre   el   nivel   del mar)   e   incluso   se   dice   que   los   famosos   jamones   que   vienen   de   allí   y   solían venderse   en   Fortnum   y   Masón,   deben   su   sabor   peculiar   a   los   hechizos   lanzados sobre   ellos.”   También   que   los   ganaderos   subían   a   la   sierra   durante   dos   meses   y se alimentaban “solo” de leche cuajada, quesos frescos y gachas. Atravesamos    Busquístar ,    Pórtugos     y    Pitres     para    tomar    después    a    la izquierda    la    GR-4134    cruzar    Mecina    y    finalizar    el    recorrido    en    Mecinilla,   pequeño   pueblo   del   municipio   de   La   Taha    en   el   que   vivió   Gerald   Brenan   su última   estancia   alpujarreña   en   la   década   de   los   setenta   del   siglo   pasado.   En   este municipio   se   han   celebrado,   con   ánimo   de   continuarlas   en   los   proximos   años, unas Jornadas dedicadas al escritor.  
Órgiva - Almegíjar - Cástaras  - NIELES – TÍMAR - Lobras - MURTAS Cádiar- YÁTOR - Ugíjar - MECINA ALFAHAR - MAIRENA - Válor - YEGEN – Mecina Bombarón - ALCÚTAR - Bérchules - JUVILES - Trevélez - BUSQUÍSTAR - PÓRTUGOS - PITRES - MECINA FONDALES - MECINILLA. LONGITUD:   131 kms. DURACIÓN SIN PARADAS:   3 HORAS.
ETAPA 1
ETAPA 2
Jean-Christian   Spahni ,   arqueólogo   y   antropólogo   autodidacta,   nació   en 1923.   Rechazado   en   principio   por   los   medios   academicistas   suizos,   dedicó gran    parte    de    su    vida    a    alterar    la    visión    europea    sobre    los    indios sudamericanos     mediante     la     utilización     intensa     de     publicaciones     y conferencias,   testimoniando   sus   investigaciones   a   través   de   la   fotografía, la   grabación   y   el   cine,   y   difundiéndolas   a   través   de   periódicos,   la   radio   y la   televisión   para   compartir   su   entusiasmo   y   amplios   conocimientos.   Fue también   el   fundador   del   Museo   Arqueológico   de   Calama   (Perú)   que   aloja gran    parte    de    sus    descubrimientos.    Sus    obras    más    importantes    son: L'Alpujarra:    secrète    andalousie    (1959),    La    Cerámica    popular    del    Perú    (1966),    Les    Indiens    des    Andes:    Pérou-    Bolivie-    Équateur    (1974),    Mates decorados del Perú  (1969), Pérou (1970). Antes   de   irse   a   Sudamérica   y   Filipinas,   llegó   a   España   en   1954   y   estuvo realizando   una   excavación   arqueológica   en   Píñar   (Granada)   iniciando   los trabajos    en    la    Cueva    de    las    Ventanas    y    en    la    Carigüela,    famosas posteriormente   por   sus   restos   prehistóricos.   Y   se   dedica   a   recorrer   y   a conocer   de   verdad   La   Alpujarra,   siendo   su   obra,   el   más   completo   tratado antropológico    de    esta    comarca    y    de    sus    habitantes.    “La    Alpujarra. Andalucía   Secreta”   –editada   en   español   en   el   año   1983-   es   una   nítida imagen   que   se   distancia   de   la   típica   literatura   de   viajes   y   del   puro   tratado científico,   mostrando   cercanía   y   respeto,   tanto   a   los   humildes   habitantes de la sierra como a su cultura, dignos de más reconocimiento. El   itinerario,   que   se   inicia   también   en   Órgiva ,   parece   el   más   corto   de   los expuestos   hasta   el   momento,   pero   también   es   el   que   realiza   el   mayor número   de   personas   que   entran   a   conocer   o   visitar   La   Alpujarra.   Se   toma, como    diría    Spahni ,    por    “Los    caminos    de    la    montaña”,    la    GR-4132. (OPCIONAL)   Al   poco   podríamos   desviarnos   hacia   Cáñar ,   pueblo   al   que Felipe    II    otorgó    el    título    de    Villa    por    haber    apresado    a    Aben    Farax, lugarteniente    de    Aben    Humeya,    asignándole    una    deuda    anual    de    180 vellones   de   oro,   que   no   fue   empezada   a   pagar   hasta   un   par   de   siglos después.   Muy   originales   son   también   las   fiestas   llamadas   “Música   de   las Mozuelas”,   que   se   celebran   entre   la   madrugada   y   el   resto   del   día   28   de diciembre:   los   vecinos   de   Cáñar    tienen   fama   de   aficionados   a   la   poesía   y por   ello   dan   rienda   suelta   a   su   creatividad   en   forma   de   coplas   cantadas; antiguamente,   los   jóvenes   salían   por   la   noche   en   grupos   de   rondallas   y cantaban serenatas a sus enamoradas. Pasamos   ahora   justo   por   encima   de   Carataunas ,   donde   se   celebran   todos los   años   “Los   Mundiales”,   con   concursos   de   comedores   de   flanes   y   otros por    el    estilo.    Carataunas     significa    “    lugar    tranquilo”    y    cerca    de    este pueblo   pasa   algunas   temporadas   el   dibujante   humorista   Martínmorales. Al    pasar    este    pueblo    hay    que    estar    atentos    y    ver    la    ermita    del    Padre Eterno,    que    es    de    las    pocas    del    mundo    que    están    consagradas    a    esta entidad.    Un    poco    más    adelante,    a    la    izquierda    parte    la    carretera    de Soportújar ,   del   que   Spanhi   comenta   que   “Esta   aldea   merece   un   alto   en   el camino   debido   al   panorama   que   se   disfruta   sobre   el   valle   y   a   su   típica arquitectura:     callejuelas     estrechas     y     tortuosas,     casas     de     piedras, blanqueadas   con   cal,   orientadas   hacia   el   sur,   balcones   llenos   de   flores, graneros    ampliamente    abiertos    y,    en    los    alrededores,    en    los    campos, campesinos   afanándose.   La   duda   no   tiene   ya   razón   de   ser:   nos   hallamos en la Alpujarra.”. Continuamos   por   la   GR-4132,   hasta   que   en   una   de   las   múltiples   curvas vemos   a   nuestra   derecha   el   gran   corte   del   Barranco   de   Poqueira,   del   que nos    cuenta    el    escritor    mencionado    que    “Se    debe    a    Gustave    Doré    un dibujo     del     barranco     de     Poqueira     que     impresionó     a     los     escritores románticos,   a   Charles   Davilliers   en   particular,   por   su   profundidad   y   sus dimensiones.   El   espectáculo   es   ciertamente   atrayente,   pero   guardémonos de   exagerar.”   Y   después   de   criticar   con   lógica   el   impacto   negativo   de   la central   eléctrica   –recuerdo   haber   visto   una   fotografía   antigua   anterior   a   la central,   de   un   molino   hidráulico   mozárabe   de   piedra   del   que   salían   por sus   bocas   unos   impresionantes   chorros   que   proyectaban   en   horizontal varios   metros   de   agua   que   volvían   a   caer   en   una   espectacular   cascada   de rocas-    nos    relata    cómo    son    los    pueblos:    “Construidas    unas    encima    de otras,    se    hallan    estas    tres    aldeas:    Pampaneira,    Bubión    y    Capileira , dominadas   por   el   Veleta   cuyo   acceso,   desde   esta   última,   es   fácil.   Una cascada   de   cultivos,   de   tejados   grises   y   planos   y,   en   cada   localidad,   gentes hospitalarias,   adorables   casas   antiguas,   flores   en   todas   las   ventanas,   un aroma   a   pan   recién   hecho,   a   madera   de   castaño   y   a   pizarra.”.   Hoy   día,   el
Órgiva - CÁÑAR - CARATAUNAS - SOPORTÚJAR – Pampaneira Bubión - Capileira LONGITUD:   34 kms. DURACIÓN SIN PARADAS:    1 h. 8´.
Se    proponen    TRES    ITINERARIOS    uniendo    los    pueblos    que según   sus   obras   recorrieron   tres   escritores:   el   novelista   español Pedro   Antonio   de   Alarcón ,   el   hispanista   inglés   Gerald   Brenan    y el    sociólogo    suizo    Jean    Christian    Spahni .    Se    podrían    haber elegido   otros   escritores,   pero   los   mencionados   son   quizás   los que más se han recorrido y leído esta tierra. En   toda   La   Alpujarra   se   pueden   encontrar   referencias,   placas commemorativas,   nombres   de   calles      o   plazas,   de   estos   autores. Sus    títulos,    referidos    a    La    Alpujarra ,    son    por    lo    general, entretenidos,   no   son   excesivamente   extensos   y   sobre   todo,   nos animan   a   venir   a   La   Alpujarra :   a   contemplar   sus   paisajes,   a valorar sus recursos y a conocer sus gentes. ITINERARIO   1.   Es   de   tipo   lineal,   si   se   parte   desde   Granada comienza    en    Lanjarón    y    finaliza    en    Ugíjar.     Los    desvíos opcionales    son    por    los    caminos    tradicionales,    que    por    lo general,     no     están     asfaltados,     a     veces     utilizando     senderos señalizados    o    sendas    casi    desaparecidas;    estos    desvíos    se pueden    realizar    a    pie,    a    caballo    o    bicicleta    de    montaña, acompañados siempre con un experto. ITINERARIO    2.    De    tipo    casi    circular    (si    se    conecta    con    el Itinerario   3),   entra   por   la   carretera   de   la   costa   desde   Motril   y Vélez   Benaudalla   para   llegar   a   Yegen   y   Mecinilla   ( La   Taha ),   con desvíos opcionales de interés. ITINERARIO   3:   De   tipo   lineal,   parte   desde   Órgiva   hasta   el Barranco    del    Poqueira,    con    pequeños    desvíos    opcionales    de interés a los pueblos del recorrido.
RUTAS